jueves, 26 de marzo de 2009

70 años sin República


Juan Negrín, ¿traidor o héroe frustrado?

Cuando se cumple el 70º aniversario de la caída del último Gobierno de la II República Española, la figura de su presidente sigue fomentando debates y reabriendo polémicas sobre su actuación al frente de un país en guerra

Setenta años después del fin de la Guerra Civil Española, la figura del último jefe de Gobierno de la II República Española sigue dando que hablar. ¿Traidor a la República y a la Revolución proletaria? ¿Héroe y estratega frustrado al que no dejaron resistir hasta el comienzo de la II Guerra Mundial para recibir el apoyo de los aliados antifascistas?

¿Envió el oro de la República Española a Moscú para complacer a los rusos o negoció su gestión con el general y futuro dictador Francisco Franco? ¿Por qué fue denostado por el PSOE, su partido, y ahora quieren reivindicar su figura? Expulsado del PSOE en 1946, el partido lo reintegró simbólicamente a sus filas en el pasado 37º Congreso.


Antes de ingresar en el PSOE en 1929 y ser diputado durante tres legislaturas, Juan Negrín había sido el maestro del Premio Nobel Severo Ochoa. Todo hacía pensar que su vida sería una prestigiosa carrera como investigador. Pero eligió otra, aunque jamás tuvo tiempo de disfrutar de esa vocación política. Demasiados cargos en tan poco tiempo: fue ministro de Hacienda, de Defensa y jefe del Gobierno, todo ello al principio, durante y al final de la Guerra Civil, lo que convirtió para siempre al doctor Negrín en la imagen de la pérdida de la guerra.

Hoy día, la figura de Negrín se está intentando reivindicar por un sector «revisionista» de su propio partido para significar de una manera poco hábil que entre los socialistas había habido uno que llegó a presidente del Consejo de Ministros. Puestos a elegir, según Antonio Cruz, se debiera haber elegido a Largo Caballero, un verdadero obrero socialista, antes que a un Negrín que hizo una política contraria a su partido, contraria a la Revolución proletaria y al final del todo, contraria a la República.

En este libro se huye del «¿Qué hubiera pasado si…?» y el autor se atiene a los hechos. Hechos que hoy día no pueden ser refutados con demagógicas palabras, porque se han abierto los archivos ingleses, rusos y americanos y sitúan a Negrín donde la Historia lo puso. Solo, aislado en un exilio en Londres, alejado de la República, de la representación legal y legítima, negándose a rendir cuentas y enfrentado a todos. Por último, hasta su testamento se aporta como prueba de su actuación política, por el que fue calificado por el PSOE, su partido, como “traidor a la República”, debido a que rendía cuentas de su gestión sobre el oro al dictador General Franco.

Antonio Cruz escogió el camino lateral hacia la izquierda para eludir el Principio de Peter, propio de la jerarquización del sistema vigente. Lo cual evidentemente le proporcionó placer, pero no los frutos de los ascensos corruptos en la construcción dónde recaló por necesidad. Tampoco las comisiones y los recursos teocráticos del Opus Dei y otros, hicieron mella en él, ni mucho menos la incompetencia absoluta de la Administración pública dónde llegó, por necesidad diaria de un órgano vital llamado estómago. Pero la figura del topo roedor del sistema en la sombra fue, y es, la más cercana a sus deseos. Y a pesar de la ceguera actual del insectívoro, observa que en el país de los ciegos el topo es rey, republicano, por supuesto.
Perfil de Antonio Cruz en kaosenlared.net


El pasado verano era saboteado el monumento a la Brigada Lincoln en San Francisco, donde del encuentro de Luis Cernuda con un antiguo miembro de las Brigadas Internacionales surgió su conmovedor poema “1936”. La pintada decía “Viva Durruti y el POUM”. Aunque el autor de este libro no achaca solamente a Negrín la derrota en la Guerra Civil, cree que éste puso los medios que creía oportunos para impedir el posible triunfo de las fuerzas republicanas sobre las fuerzas “nacionales”. Para el autor era imprescindible contar con las milicias de la CNT-FAI, del POUM, de otros pequeños partidos, o de fracciones de partidos, como los bolcheviques-leninistas y los socialistas de Largo Caballero. Sin embargo Negrín fue cómplice de la “limpia” ideológica, presionado desde la URSS y con complicidad de las distintas fuerzas comunistas ortodoxas, que se hizo sobre esos grupos. Y a la postre sería uno de los motivos de la derrota de la República.
El libro andaluz


Esta publicación se Sepha se incluye dentro de la Colección Libros Abiertos, que se compone de ensayos que desde una perspectiva crítica y multidisciplinar analizan diferentes procesos sociales, culturales, políticos y económicos. A dicha colección también pertenecen otras obras como:
 El gato y el ratón. De Sión a Gaza: visiones de un conflicto inacabado, de Fernando Klein.
 El infierno vasco, de Iñaki Arteta y Alfonso Galletero.
 666: el número sagrado de la diosa, de Juan Rosado Velasco.
 La mara al desnudo, de Pedro Gallego Martínez.
 Nacionalismo vasco: ombligo del mundo, de Manuel Zamorano Gallego.
 Morir en Paracuellos, de Julián Delgado Aguado.
 Historia de los movimientos sociales en México, de Jorge Isauro Rionda Ramírez.
 La nueva imagen demócrata de Jimmy Carter, de Amparo Guerra Gómez.
 La siniestrabilidad vial, VV.AA.
 La cuestión Orwell, de Pepe Gutiérrez-Álvarez.
 Tercera vía: un futuro para el siglo XXI, de Fenriss Martín Pesudo.
 Comunistas contra Stalin, de Pierre Broué.

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